lunes, 15 de febrero de 2021

ELECCIONES GENERALES 2021: LA HORA DE LA IZQUIERDA SOCIALISTA EN EL PERÚ




 

ESTADO, ECONOMÍA Y SOCIEDAD.


Alrededor de 20 organizaciones políticas en el Perú aspiran a ganar el gobierno del Bicentenario, muchas de ellas, durante los dos siglos de vida Republicana han fracasado con sus propuestas y solo han servido para generar la pobreza más espantosa de millones de peruanos que habitan en las tres regiones del Perú.


Luego de la Independencia Nacional, se formó una casta política muy corrupta y sometida a la corona española, durante tres años, la Independencia no se había sellado y tuvo que intervenir el Ejercito Libertador .de Simón Bolívar para sellar la independencia en América Latina en las Batallas de Junín y Ayacucho en 1824.


En medio de una crisis política, Simón Bolívar tuvo que abandonar el país por la falta de identidad continental de los liderazgos políticos de la época, los pensamientos liberales primaban en el Congreso peruano.


La herencia colonialista fue el sello político que marcó el despojo de nuestras propiedades ancestrales para que criollos, blancos, mestizos y extranjeros se hagan dueño del Perú, en medio de luchas de caudillos civiles y militares  llegamos a la guerra del pacifico donde perdimos Tacna, Arica y Tarapacá en medio de traiciones de civilistas y vende patrias de la época para entregar nuestros minerales a las empresas mineras extranjeras, iniciándose una de las páginas más oscuras de nuestra historia republicana.


Al devenir del primer centenario, en el Perú ya se venía gestando un movimiento obrero como producto de la revolución industrial en el mundo, la revolución de Lenin influyó en la formación del primer partido de los trabajadores y campesinos bajo la dirección de José Carlos Mariátegui y la posterior fundación de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP).


El movimiento político y sindical tuvo que afrontar la arremetida reaccionaria de la oligarquía peruana y la traición de Víctor Raúl Haya de la Torre y su partido aprista que generó la división del floreciente sindicalismo peruano y su postura servil a los grupos de poder y los Estados Unidos (JCM rompió antes de su muerte con VRHT) cerrando de esta manera cualquier posibilidad del desarrollo del socialismo en el Perú, debido a la alianza del aprismo con las clases dominantes, amén de otras traiciones de los dirigentes del PCP de la era del revisionismo en la Internacional socialista.


De los años treinta al 70, se fueron desarrollando al interior del partido aprista las contradicciones políticas que dieron nacimiento a renuncias y la posterior gesta de nuevos movimientos de izquierda a partir de los años 50 y 60 del siglo pasado, en el centro del país se desarrollaban grandes luchas mineras y campesinas contra la explotación inhumana de las empresas norteamericanas enclavadas en dicha región, el 3 de Octubre de 1968 estalló la revolución militar de Juan Velasco Alvarado  con un programa nacionalista expuesto en el PLAN INCA, la revolución tenía a su interior contradicciones entre las alas radicales y el sector reaccionario de los militares que terminaron por sacar a Juan Velasco del poder y montaron en el gobierno a un gorila como Francisco Morales Bermúdez para reprimir las olas de protestas que sacudían todo el país.


Si bien es cierto que Juan Velasco le concedió muchos beneficios laborales a los trabajadores, nunca esa revolución pudo dar el paso decisivo para acabar con los rezagos de la oligarquía y terminó sirviendo a la burguesía para que este a través de Fernando Belaúnde Terry recuperen el poder y se instaite el neoliberalismo que hasta el día de hoy desarrolla su política mediante caudillos que llegan al poder con programas populistas y terminan en los brazos del gran capital y el amo imperialista.


El Perú del Bicentenario ya no es el país que está sentado en un banco de oro, las leyes del neoliberalismo han terminado por expropiarnos el aire, mar y tierra, no somos dueños de nada si de por medio no interviene el capital consagrado en la Constitución fujimorista de 1993. Nuestro país ha sido arrastrado a la vorágine neoliberal y la globalización donde el Estado es totalment5e dependiente, y la estabilidad macroeconómica se logra a costa del sudor y lágrimas de los explotados y opri9midos del Perú.


El Socialismo tiene claro que el poder se expresa a través del Estado, libre y soberano, pero qué clase de Estado es el que debe forjar la izquierda en  medio de un proceso electoral atípico debido a la Pandemia sanitaria que la atraviesa?


Hemos coincidido que debemos cambiar la Constitución fujimorista y convocar a una Asamblea Constituyente, con el objetivo de establecer las bases de un nuevo Estado realmente competente, que tendrá que lidiar contra la voracidad de las transnacionales y los imperios, ya no hay en el mundo Estados que vivan aislados de otros, Cuba, Nicaragua y Venezuela sobreviven por la Solidaridad Internacional, algunos candidatos de izquierda piensan que desmarcándose de los países que pasan dificultades les ira bien. Con la esperanza que el amo yanqui les brinde las facilidades por para gobernar libremente, esto es una ingenuidad en la que no debemos de caer, sobre todo en momentos que América Latina se levanta con nuevos gobiernos contestatarios, alternativos, y antimperialistas.


Si China, Rusia o Corea del Norte no hubiesen hecho de sus países grandes potencias, estarían ya arrasadas por el imperialismo y la globalización neoliberal. Dichos países han logrado infinitas victorias por haber construido ESTADOS COMPETITIVOS DE ALTO NIVEL.


El otro elemento fundamental en la lucha por mantenerse a flote en cualquier modelo de economía es la ESTABILIDAD MACROECONÓMICA, no hay país en el mundo que pueda realizar los cambios de su situación económica si no defiende sus riquezas como única fuente de poder económico para garantizar su independencia. Esto no es invento capitalista, fue analizado por los clásicos del Socialismo, y cuando se produjo la crisis del socialismo, los neoliberales le imprimieron velocidad para establecer reglas para imponer modelos políticos que desviaron su atención en burocratizar el Estado a favor de las élites dominantes. Recordemos las épocas de la Perestroika que trajo abajo la URSS.

 

La estabilidad macroeconómica implica además crecimiento económico, nuestra propuesta política debe de convencer al electorado que la izquierda es garantía de desarrollo y no al revés como pretende ganarnos el vivo la derecha con su modelo neoliberal fracasado. El Socialismo enseño al mundo que la Democracia es la única fuente de los derechos humanos del hombre al trabajo, la educación, la salud y la vivienda, el respeto al Estado de derecho y la separación de poderes solo puede ser garantizado por un gobierno realmente democrático con el respaldo de sus ciudadanos.


Mientras que los partidos de la derecha, le vienen dando  énfasis a otro factor fundamental de la política, la Sociedad y sus talentos, para ocultar sus verdaderas intenciones de gobernar desde las alturas para las élites sociales y las minori9as, nosotros desde la izquierda debemos afirmar que es el pueblo el verdadero motor de la Sociedad, contra la tecnocracia burocrática del Estado debemos de oponer la tecnificación de toda la sociedad, comenzando con una reforma educativa que elimine el analfabetismo y de acceso educativo en todos los niveles y edades, incluido la educación de adultos a fin de lograr una férrea defensa del gobierno y sus proyectos a largo plazo (la experiencia cubana en parte recogió está orientación histórica del socialismo).


En el mundo actual, la economía de los Estrados ya superaron muchos dogmas ideológicos, los procesos de cambio utilizan la economía mixta, donde el sector privado si no es competitivo, se convierte en un sector parasitario, que buscará salidas económicas en actividades corruptas o la sobre explotación  a sus trabajadores para sacar mayores ganancias, un gobierno de izquierda debe de exigir de los inversionistas mucha competitividad dentro de una interrelación directa de BIENESTAR para el pueblo, hoy los gobiernos neoliberales dependientes dejan de lado este aspecto y como niños mimados pretenden asustarnos con la corrida de capitales si el Estado regula sus actividades.


La Nueva Constitución debe de establecer que las leyes nacen de  la fuerza del pueblo para que los inversionistas estén al servicio de los objetivos nacionales, que generen más y mejores empleos, que las sobreganancias sean redistribuidas para el desarrollo del país y no como ahora una repartija entre los gobernantes de turno.


Finalmente hay que dar una batalla en los medios de comunicación financiados por las empresas y corporaciones para llegar con mucha claridad a los electores con nuestro mensaje de cambio poniendo siempre por delante nuestra visión del país y los nuevos rumbos que señalan nuestras propuestas.


Por Jesús M. Cáceres Fanola.

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