martes, 7 de marzo de 2017

EN 2011, CULMINADO EL SEGUNDO GOBIERNO APRISTA, EL EXMINISTRO ENRIQUE CORNEJO ESCRIBIÓ UN LIBRO LLAMADO “LA SEGUNDA OPORTUNIDAD”.




(Fotos: El Comercio)

LIBROS CON HISTORIA

Las bibliotecas bien surtidas son una caja de sorpresas. Pueden encontrarse auténticas joyas, volúmenes que solo servirían para adornar un estante sin que su contenido nos aporte mucho, así como textos que llaman la atención por las revelaciones que encierran en pequeños detalles.

Esta historia se remite al último tipo de libros.

En 2011, culminado el segundo gobierno aprista, el exministro Enrique Cornejo escribió un libro llamado “La Segunda Oportunidad”. El texto es un conjunto de reflexiones que intentan relativizar en algo el fracaso económico del primer quinquenio de Alan García, así como resaltar los logros de su segunda administración. El texto fue prologado por el expresidente, con quien hoy se haya enfrentado en una batalla que no se recuerda desde los tiempos de las broncas entre Armando Villanueva y Andrés Townsend, una vez muerto Haya de la Torre.

El texto de Cornejo no solo se queda en aquellos dos quinquenios, sino también narra lo ocurrido en la década de 1990. Y al contar la jornada del golpe de Estado de 1992, Cornejo da a conocer la existencia de una poco conocida entidad, formada junto a García y otros exfuncionarios de su primer gobierno.



Como comprobamos al ver la ficha de la entidad, la misma se formó al final del primer gobierno de García, el 17 de julio de 1990 y quedó inscrita apenas cuatro días antes que concluyera dicha administración.



Más allá de la carcajada que puede despertar en el lector el hecho que personajes que llevaron a la economía peruana a niveles poco imaginados de desastre constituyan una asociación sobre este tema, lo cierto es que el Instituto para la Deuda Externa Latinoamericana tiene una breve historia que puede conllevar a repercusiones inesperadas en el presente.

Como parte de sus actividades, el IDEL editó la serie “Deuda Externa Latinoamericana. Cuadernos”, dos volúmenes sobre los temas de investigación de la entidad, desde la perspectiva que mantenía en ese entonces García sobre dicho problema. Es decir, una justificación de las medidas tomadas en su primer administración.



Desde el Tercer Piso logró ubicar los dos libros publicados por el IDEL. Y en los créditos de los mismos encontró que personajes muy conocidos hoy se conectan, un cuarto de siglo antes, con fines académicos.



Como vemos, el Instituto era presidido por Alan García, tenía como vicepresidente al exministro Abel Salinas (ya fallecido), como director ejecutivo a Enrique Cornejo y como directores al actual embajador del Perú en Ecuador Hugo Otero y al expresidente de Petroperú Luis Rebolledo, también fallecido.

Y, tal como se aprecia, el equipo de investigación del IDEL era integrado por Roxanne Cheesman, economista y actual pareja de García; Pilar Tejada Vidal, quien fuera secretaria ejecutiva del FITEL en el segundo gobierno aprista; José Antonio Sánchez Samaniego y el hoy prófugo Jorge Cuba Hidalgo.

Al revisar ambos Cuadernos, encontramos que, en el primer volumen de los mismos, aparecen artículos escritos por García Pérez y Cuba Hidalgo, tal como consta en estas fotografías.





Mientras que, en el segundo tomo de los Cuadernos, se pueden ubicar textos de Cheesman - quien también aparece como Directora Adjunta de la entidad académica - y Cuba Hidalgo sobre el tratamiento de la deuda externa. Hablan las imágenes.





Hasta el día de hoy, no se conocía esta relación académica entre el expresidente, su hoy pareja y uno de los principales procesados en el caso Lava Jato. Es hora que, desde Madrid, Alan García nos cuente desde cuando y cómo conoce a una persona a la que no ha dudado en llamar “rata”, así como sí ha mantenido vínculos con él hasta la actualidad. Lo mismo en el caso de la señora Cheesman. Y, al mismo tiempo, Enrique Cornejo deberá relatarnos con amplitud los vínculos que ha tenido con Cuba Hidalgo desde, al menos, fines de la década de 1980.

La vida te da sorpresas. Las bibliotecas también.


Escrito por José Alejandro Godoy 

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