jueves, 23 de marzo de 2017

GUÍA PARA DESENMASCARAR A LAS FALSAS IZQUIERDAS




Ante la avalancha de ideas, iniciativas, activismos, plataformas, movimientos, ONGs, partidos, etc., que se presentan como progresistas o de izquierdas, pero que en la práctica contribuyen, por activa o por pasiva, consciente o inconscientemente, a la dominación hollycapitalista, proponemos la siguiente guía, que esperamos contribuya a desenmascararlos.

En primer lugar, bajo el epígrafe MÁSCARAS, trataremos de mostrar que muchos de los temas que nos presentan como positivos esconden un aspecto negativo que es el más importante. Esto es, que detrás de la máscara del pretendido progresismo, izquierdismo, humanitarismo, ecologismo, etc., se esconde a menudo la agenda de dominación del gran capital. En segundo lugar, bajo el epígrafe ELUSIONES señalaremos una serie de temas que tienden a ser directamente ignorados, eludidos o censurados por estos movimientos, en la medida en que no pueden ser tan fácilmente manipulados o tergiversados como los primeros. En la práctica ambos grupos de temas, MÁSCARAS y ELUSIONES, operan de manera combinada. Las ELUSIONES son los más importantes para comprender en todo su alcance cómo se ejerce la dominación global hollycapitalista hoy. De ahí que tiendan a ser eludidos en los movimientos pretendidamente izquierdistas. Pero si esto es posible es en buena medida porque las MÁSCARAS, como indica el término, no solo enmascaran su la verdadera intención, sino que también crean cortinas de humo para que no se trate de los temas importantes.

En todo caso es importante comprender que muchos de los temas de los que nos vamos a ocupar tienden a cambiar radicalmente de sentido en función de la escala a la que se implementen. Esto es, a menudo las iniciativas, ideas, movimientos, activismos, etc., no son positivos o negativos de manera absoluta por su contenido, sino por el tamaño de sus estructuras y la manera en que las grandes estructuras son recuperadas, infiltradas y manipuladas por el poder.

MÁSCARAS

01. El anti-capitalismo. Una de las claves para desenmascar estos movimientos es que critican el capitalismo, el neoliberalismo, a las élites, a la “casta”, a los bancos, al sistema de deuda, etc., pero lo hacen superficialmente. Es verdad que han actualizado en parte su discurso y en lugar de confrontar capitalista-trabajador ahora presentan oposiciones tales como acreedor-deudor, élites-ciudadanía, etc. Pero en general siguen en el marco del pensamiento marxista que pretende explicar y reformar el sistema en términos de estructura. Con ello eluden el fondo de la cuestión, que es que la dominación capitalista fundamental, y especialmente la hollycapitalista de hoy, se ejerce en última instancia al margen de la estructura económica, en el ámbito de la guerra, la inteligencia, la criminalidad, la impunidad, el secretismo y la conspiración.

02. El globalismo. Todo lo que lleve el adjetivo “global” debe despertar nuestras sospechas. Toda una serie de iniciativas “globales” que se presentan como humanitarias, ecológicas, justas, redistributivas, fiscalizadoras, etc., son máscaras que esconden una lógica muy simple, que es que cuanto mayor sea el alcance de las estructuras de poder mayor será su capacidad para imponerse de manera violenta sobre todos aquellos que se opongan a ellas. El globalismo es un eufemismo de imperialismo, y no hay nada que haga pensar que el imperio global de hoy sea distinto del resto de imperios históricos. Solo ha desarrollado mecanismos más sutiles para enmascararse.



03. El soberanismo. Hoy el pulso fundamental se está manteniendo entre los estados-nación, en particular los BRICS, y las estructuras globalistas. Esto significa que todo lo que debilite a los estados-nación tenderá a reforzar las estructuras globales. El poder es una hidra con numerosas cabezas. Opera empujando alternativamente los dos platos de la balanza para desestabilizarla y aprovecharse de ello transformando las estructuras de dominación. Las transferencias de soberanía de los estados-nación al Nuevo Orden Mundial se están produciendo por arriba y por abajo, por la derecha y por la izquierda, desde los estados-nación hacia las estructuras transnacionales y hacia las regionales.

04. La transparencia y la corrupción. Muchos de estos movimientos pretenden luchar por una sociedad más transparente, aparentan combatir la corrupción en las estructuras de poder. El problema es que, de nuevo, tienden a poner el acento en la transparencia y en la corrupción de los políticos y de los estados-nación, y no en el complejo entramado que está por encima de ellos. De esta manera estas iniciativas contribuyen en última instancia a debilitar las estructuras estatales y con ello a reforzar la opacidad y la corrupción de las estructuras transnacionales.



05. La horizontalidad. Es necesario comprender que las estructuras horizontales no se oponen a la verticales, como nos pretenden hacer creer. Las estructuras horizontales encubren también mecanismos de dominación verticales y centralizados, solo que más sofisticados y más sutiles que los tradicionales. En el fondo la lógica es similar a la del intercambio mercantil, que aparenta ser horizontal, libre, regulado espontáneamente por la oferta y la demanda, cuando en la práctica está tensada permanentemente por la asimetría del poder, basada en la apropiación de recursos naturales, energéticos, en la creación de dinero fiduciario, de información, etc. La horizontalidad también es una apariencia en la medida en que el poder infiltra agentes o colaboradores en la estructura aparentemente. Tanto más fácilmente cuanto más horizontal es la estructura. Wikipedia es el mejor ejemplo de esta falsa horizontalidad, como una iniciativa solo en parte horizontal, colaborativa, etc., pero en la que la información más sensible es manipulada, tergiversada y censurada desde los centros de poder globales.

06. La participación. Este tema está estrechamente vinculado al anterior. Los movimientos participativos, colaborativos, asamblearios, voluntarios, no mercantiles, etc., pueden ser enriquecedores a un cierto nivel, pero pueden servir también como dispositivos de amortiguación y recuperación que mantienen ocupados a los participantes y evitan que se impliquen en los temas fundamentales. Pretenden ser movimientos autónomos pero en la práctica siguen dependiendo de las estructuras de dominación globales. La clave para valorar estas iniciativas es hasta qué punto contribuyen, aunque sea indirectamente, a la dominación hollycapitalista, hasta qué punto, tras las máscaras de la cooperación, lo común, lo libre, etc., lo que está en juego es la apropiación del trabajo, las ideas y las energías de la ciudadanía por parte del gran capital.

07. La sostenibilidad. La sostenibilidad, el ecologismo, lo verde, lo biológico, etc., pueden ser iniciativas loables siempre que actúen a la escala local o regional, que desafíen verdaderamente a las estructuras de dominación global. Como decíamos, hay que valorarlas en función de la escala y el verdadero impacto que tienen en otras escalas del sistema. La sostenibilidad y el ecologismo considerados a gran escala encubren la desindustrialización de los centros, la dependencia de estructuras de producción y distribución globales, la implementación de mecanismos de control de las periferias desde los centros. En última instancia, la sostenibilidad a la escala global encubre la agenda eugenésica de las élites hollycapitalistas.

08. El humanitarismo y el antirazismo. De nuevo estos temas suelen ser utilizados por el sistema como caballos de Troya. El humanitarismo está siendo utilizado sistemáticamente para legitimar guerras, en el colmo de la hipocresía hollycapitalista, según la cual los cazas de combate y las bombas protegen a los seres humanos. El antirazismo es otra coartada para que las masas acepten y contribuyan a las dinámicas de destrucción de las tradiciones, de las identidades, de las idiosincrasias, de las particularidades, de las diferentes culturas, razas, naciones y religiones. La mezcla racial, cultural y religiosa está siendo uno de los mecanismos fundamentales utilizados por las élites globalistas para desestructurar profundamente y destruir el alma colectiva de los pueblos, y con ello su capacidad de resistencia. La mezcla social, ingenierizada al más alto nivel, crea el caldo de cultivo para, en el momento necesario, canalizar el descontento de las mayorías a través de las minorías, para catalizar procesos de desestabilización, para instigar guerras civiles.

09. El transgenerismo. Se trata de una estrategia similar a la anterior, que encubre la desestructuración de las sociedades tradicionales y la destrucción de formas de vida moderadas, virtuosas, equilibradas, naturales, fértiles. Tras la máscara de la relaciones homosexuales, bisexuales y transexuales se esconde algo tan crucial como es el socavamiento de la moral y del sentido común, la desintegración del complejo erotismo-amor-sexualidad-fertilidad-crianza. Como en el caso del humanitarismo y del antirazismo mal entendidos, la ideología transgénero es el caballo de Troya para la destrucción de las estructuras sociales más fundamentales, que son las que mejor pueden hacer frente a la agenda distópica globalista. En última instancia se trata de una forma de eugenesia encubierta de la que los propios ciudadanos son víctimas, en el momento en que optan “voluntariamente” a renunciar a conformar seres sociales a un tiempo naturales y culturales. El movimiento LGBT, a pesar de ser relativamente minoritario, desempeña un papel fundamental en el conjunto de las sociedades hollycapitalistas, como vanguardia “transgresora” que sirve de referencia para el resto de las “opciones” sexuales.

10. El feminismo y la violencia de género. Como el movimiento transgénero, el feminismo y las campañas hollycapitalistas de violencia de género operan como vanguardias sociales, generando un gran efecto en el conjunto de la ciudadanía. Su impacto es especialmente marcado en los niños y los jóvenes, minando las bases morales de las sociedades a largo plazo. Suelen ser considerados formas de ingeniería social, pero lo cierto es que se basan en mecánicas propiamente religiosas y rituales, lo que refuerza aún más su capacidad para transformar profundamente a la sociedad. Como el movimiento LGBT, con el que se producen importantes intercambios, el feminismo y la violencia de género contribuyen de manera encubierta a la desestructuración de las sociedades tradicionales, la familia, la pareja, e, insistimos, la desintegración del complejo erotismo-amor-sexualidad-fertilidad-crianza. En última instancia contribuyen a la agenda hollycapitalista de mercantilización y apropiación de la fertilidad humana, a la transformación del ser humano en ganado-mercancía.

11. La cultura. La llamada “cultura”, esto es, la industria del espectáculo, es uno de los elementos de dominación centrales en el hollycapitalismo. De hay que hayamos acuñado este término de hollycapitalismo, que creemos más apropiado que los de capitalismo tardío o cognitivo. Con él nos referimos no solo a Hollywood en particular, sino a la dimensión hollywoodense que atraviesa todo el sistema. Esta dimensión hollywoodense es también crucial para comprender los movimientos pretendidamente izquierdistas, pues remite a la misma mecánica de fondo de generar mucho ruido y mucho espectáculo pero eludir los temas importantes.



12. El estilo. Vinculado con el tema anterior, las falsas izquierdas suelen recurrir a todo tipo de estrategias de estilo para aparentar lo que no son, que abarcan el aspecto, la forma de vestir, el peinado, la forma de hablar, el tipo de lenguaje o términos utilizados, que tenderán a distanciarse lo más posible de los códigos conservadores o de derechas. Los medios de desinformación explotan estas aparentes contradicciones, presentando las rastas o las camisas de cuadros de unos en contraposición a los trajes y las corbatas de otros, mientras los temas fundamentales que transformarían el statu quo se eluden. La combatividad aparente forma parte de esta estrategia de estilo.

ELUSIONES



13. El dinero fiduciario. Esta es una de las claves de bóveda de la dominación imperial hollycapitalista. De nuevo hay que hablar de hollycapitalismo porque el dinero es la mayor de las ficciones del sistema. Comprender los mecanismos de creación de dinero fiduciario por parte de los bancos centrales, la deuda soberana y el sistema de reserva fraccionaria, en sus vinculaciones con la geopolítica global, el control de los recursos energéticos y las guerras de divisas, es fundamental para comprender el funcionamiento del sistema. Así como el hecho de que toda esta mecánica escapa por completo al poder de la mayoría de los estados y es de hecho uno de los mecanismos a través de los cuales estos son controlados por los grandes capitales.

14. El reseteo monetario. Como correlato de la falta de comprensión, debate y denuncia del sistema monetario fiduciario, las falsas izquierdas eluden tratar de la situación crítica de bancarrota en que hoy nos encontramos, del hecho de que esta situación nos llevará tarde o temprano a un reseteo monetario global o a una tercera guerra mundial. Junto a ello las falsas izquierdas tenderán a eludir todo lo relacionado con los metales preciosos y su utilización milenaria como respaldo de monedas. Sobre todo teniendo en cuenta que este es el modelo que defienden los BRICS y que está siendo motivo de confrontación feroz al más alto nivel.

15. La tercera guerra mundial. Según muchos analistas estamos ya inmersos en los prolegómenos de una tercera mundial, que se está librando ya entre el imperio atlantista-sionista y los BRICS en forma de guerra de divisas, devaluación del petroleo, sanciones, pretendidos accidentes industriales y de aviación, guerra de propaganda y otras formas de guerra no convencional. En la práctica las grandes potencias están enfrentándose indirectamente a través de fuerzas de terceros países o de ejércitos proxy. Este tema tiende a ser eludido por las falsas izquierdas, así como el papel que los diversos estados desempeñan en el entramado global de alianzas, convenios y ejercicios militares, de manera que en el caso más que probable de una escalada del conflicto global los posicionamientos de cada estado serán ya difícilmente modificables.

16. El terrorismo. Como una de las formas fundamentales de guerra no convencional, el verdadero alcance del terrorismo internacional es otra de las piedras de toque de las falsas izquierdas. Estas tienden a adoptar la narrativa oficial según la cual los estados occidentales son los “buenos” y los terroristas son los “malos”. Como mucho reconocerán el papel que estados totalitarios aliados de Occidente como Israel, Arabia Saudí y Turquía juegan en esta guerra proxy. Pero pocos movimientos de izquierda llegarán a comprender, reconocer y denunciar que el terrorismo internacional es hoy uno de los mecanismos de dominación hollycapitalistas fundamentales, controlado de diversas maneras por las agencias de inteligencia occidentales (CIA, MI6, Mossad y otras), y utilizado en un amplio rango de operaciones que van desde la presión política y geopolítica, la desestabilización a la guerra civil, así como en atentados de bandera falsa en los propios estados que controlan el terrorismo para legitimar la implementación de estados policiales, dictaduras y en general la agenda globalista.

17. Las crisis ingenierizadas. Junto al terrorismo de estado encubierto toda una serie de fenómenos que hoy padecemos son en su mayor parte crisis híbridas, en parte espontáneas y en parte ingenierizadas. Tras la segunda guerra mundial, las guerras convencionales (hasta la de tercera generación) tienden a desaparecen y a ser sustituidas por guerras no convencionales, híbridas o asimétricas (de cuarta y quinta generación) enmascaradas detrás de estas crisis ingenierizadas de todo tipo: revoluciones de color, crisis migratorias ingenierizadas, golpes de estado encubiertos, “accidentes” tecnológicos y de transportes provocados, pandemias de laboratorio, manipulaciones climáticas, catástrofes “naturales” geoingenierizadas, etc. Lo que se echa en falta sistemáticamente en las pretendidas izquierdas es comprender y denunciar el papel que estas crisis ingenierizadas están desempeñando y seguirán haciéndolo en las próximas décadas en los mecanismos de dominación global y en la implementación del Nuevo Orden Mundial.

18. Los transgénicos. Se pueden considerar también una forma de guerra de cuarta y quinta generación, en la medida en que persiguen no solo la conquista del mercado global de alimentos, sino también la destrucción encubierta de la agricultura y la ganadería tradicionales. Pero lo que está en el trasfondo de los transgénicos es mucho más crucial, y pocos movimientos de izquierda están llegando tan lejos como para comprenderlo o reconocerlo. Y es que lo que se enmascara detrás de los organismos genéticamente modificados es la manipulación encubierta de la especie humana y, en última instancia, su transformación en ganado-mercancía.

19. El transhumanismo. Vinculado al anterior, el transhumanismo es otro de los caballos de Troya del sometimiento total del ser humano y su transformación en mercancía, en el marco de redes de inteligencia artificial y cibernéticas. La estrategia fundamental en este caso es presentarnos el transhumanismo como un “progreso” beneficioso para el hombre, en particular en el ámbito de la medicina o la asistencia en diversas actividades, pero utilizando esto como una cortina de humo para encubrir el proyecto de domesticación y control total de los cuerpos y de las mentes que esta agenda implica, mediante el uso de diversos dispositivos tales como microchips implantables y nanoparticulas inteligentes que ya invaden, controlan y manipulan nuestros órganos de manera encubierta.

20. La geoingeniería. Vinculada al resto de los temas, la geoingeniería es uno de los fenómenos más ausentes en los movimientos de falsa izquierda, y más importantes para la agenda de implementación del Nuevo Orden Mundial. Consiste en la fumigación generalizada de sustancias químicas, sintéticas y orgánicas, mediante estelas químicas o chemtrails, que generan las condiciones para proyectar ondas electromagnéticas desde estaciones tipo HAARP. Con ello puede manipularse el clima, generar sequías, inundaciones, huracanes, terremotos y maremotos, y modificar globalmente el clima. El cambio climático es un gran montaje hollycapitalista, creado en parte mediante geoingeniería, para el avance en la agenda globalista. Como decíamos, la geoingeniería permite también el control y la manipulación de las poblaciones mediante técnicas psicotrónicas, usando nanoparticulas inteligentes que invaden los cuerpos, afectan a funciones biológicas y neurológicas específicas, y contribuyen a domesticar o a instigar movimientos de masas.

21. La ingeniería social. Aunque ya hemos hablado de este tema al tratar sobre el transgenerismo, el feminismo y la violencia de género, merece la pena insistir en que la ingeniería social es uno de los mecanismos de dominación hollycapitalistas fundamentales. El frente fundamental de estas estrategias de transformación social son los medios de masas, las películas, las series, las redes sociales, pero también las instituciones culturales y educativas en las que esta agenda de manipulación y destrucción de las formas de vida tradicionales se presenta como “teoría”. Las formas de vida alternativas deben ser respetadas. Pero eso es una cosa y otra muy distinta hacer de la anomalía el paradigma.

22. El gobierno en la sombra. Las falsas izquierdas tienden a pasar por alto el papel central que las sociedades secretas, los gobiernos en la sombra, los estados profundos, las agencias de inteligencia, etc., desempeñan en la dominación global. El grado de infiltración de estas estructuras de poder en los estados, las instituciones, las iglesias, y en general las distintas organizaciones sociales, es fundamental para comprender como funciona el mundo. Como decíamos, pocos movimientos pretendidamente de izquierdas comprenden o quieren comprender que los mecanismos de dominación y de transformación hollycapitalistas dependen de estas estructuras ocultas, que operan detrás de las estructuras visibles del sistema, desde el secretismo, la amoralidad, la alegalidad, la impunidad y la criminalidad, al servicio del proyecto globalista.




23. El Nuevo Orden Mundial. Esta es otra de las piedras de toque para reconocer los falsos movimientos de izquierda. El Nuevo Orden Mundial es el objetivo en el que confluyen las distintas agendas de los distintos ámbitos y a las distintas escalas. Se trata de un proceso de largo alcance, que se remonta al menos a la Ilustración, y que supone la instauración progresiva y continua, pero también escalonada, de este gobierno mundial, mediante la instigación de revoluciones de un signo y de otro, de guerras, el control de mecanismos mercantiles, financieros y monetarios, la ingenierización de shocks de todo tipo, etc.

24. El comunismo. En relación con la agenda secular del Nuevo Orden Mundial, como es evidente las falsas izquierdas no sabrán o no reconocerán que el comunismo ha sido en parte un fenómeno instigado por las sociedades secretas atlantistas-sionistas para catalizar conflictos mundiales, justificar la carrera armamentística, destruir culturas tradicionales milenarias como la rusa y la china, homogeneizar su nivel de desarrollo con el occidental. De hecho todo el izquierdismo en general puede ser interpretado como un fenómeno de disidencia controlada y de recuperación por parte de estas élites.

25. El nazismo y el antisemitismo. La demonización del nazismo es otra de las estrategias del imperio hollycapitalista para, asociándola a él, descalificar cualquier iniciativa de soberanía nacional que suponga una alternativa real al globalismo, basada en valores verdaderamente anti-hollycapitalistas, esto es, valores tradicionales, identitarios, raciales, espirituales, religiosos, es suma, valores propios de seres colectivos encarnados. Pocos movimientos de izquierda reconocerán que las élites atlantistas-sionistas instigaron tanto la revolución bolchevique como el nazismo alemán para desencadenar la segunda guerra mundial y resolver la crisis de 1929. La victimización de los judíos, las manipulaciones históricas y mediáticas de su genocidio, el abuso del concepto de antisemitismo, las leyes de excepción que los protegen, el poder desmedido de los grupos de presión sionistas, la proporción desmedida de sionistas en la política, la economía, la cultura y el espectáculo, el papel central de Israel en la geopolítica mundial, etc., son todos elementos fundamentales para comprender cómo funciona el imperio atlantista-sionista y elusiones habituales en los falsos movimientos de izquierda, a menudo financiados por entidades sionistas.



26. La religiosidad. Ya hemos avanzado que que el hollycapitalismo no es solo un sistema económico o político sino también una religión en toda regla, pero que se enmascara detrás de un supuesto secularismo. Los mecanismos de dominación hollycapitalistas fundamentales, los atentados terroristas de bandera falsa, las catástrofes “naturales” geoingenierizadas, las pandemias de laboratorio, las campañas mediáticas de ingeniería social, los mecanismos de manipulación hollywoodense en todos los ámbitos, no pueden comprenderse en todo su alcance si no es como rituales religiosos hierogámicos y sacrificiales orquestados por las sociedades secretas atlantistas-sionistas que atesoran este conocimiento desde hace milenios, al margen de los mecanismos de adoctrinamiento de las instituciones oficiales.

27. La exopolítica. Por último, el tema más tabú, más desconocido, más resbaladizo, en el que pocos se atreven a adentrarse, es el de la interacción de la raza humana con otras razas o entidades alienígenas o extraterrestres.


Escrito por  Pedro Bustamante es investigador independiente, arquitecto y artista.

Su obra El imperio de la ficción: Capitalismo y sacrificios hollywoodenses ha sido publicada recientemente en Ediciones Libertarias. http://deliriousheterotopias.blogspot.com/

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