MUERTE DE UN
JUEZ, CRISIS DE UN CASO
La aeronave Beechcraft C90 GT despegó a la una de la tarde,
hora de Brasil, del aeropuerto Campo de Marte en Sao Paulo, con rumbo sur.
Cuarentaicinco minutos después se estrelló en el mar, en las afueras de Paraty,
cerca de Rio de Janeiro, según reportó el Blog de Fausto Macedo citando a la
Marina brasileña.
Poco después se confirmó la noticia que ha conmocionado a
Brasil y Latinoamérica. Una de las tres víctimas reportadas era el magistrado
supremo del Tribunal Supremo Federal, Teori Zavascki, relator (o instructor)
del caso Lava Jato en la más alta instancia judicial de Brasil.
Otra de las víctimas fue Carlos Alberto Filgueiras, dueño del
hotel Emiliano, propietario del accidentado avión PR-SOM Beechcraft de
turbohélice.
Zavascki no solo era relator de todo el caso Lava Jato sino
que tenía a cargo la investigación de los políticos que gozan de fuero
privilegiado por la importancia de su cargo y que, por lo tanto, solo pueden
ser juzgados por el Tribunal Supremo Federal.
Ahora Zavascki se encontraba en la parte más importante de su
juzgamiento del caso: la “homologación” de la primera ola de confesiones de 77
altos ejecutivos de Odebrecht que habían empezado el proceso más grande de
delación premiada en la historia de Brasil y, probablemente, del mundo.
Zavascki debía decidir en las siguientes semanas si validaba
o no esas confesiones que relatan en detalle el proceso entero de sobornos a
decenas de políticos y altos funcionarios brasileños, incluyendo a gente muy
cercana al actual presidente Michel Temer y a los de los presidentes Dilma
Rousseff y Lula.
Las confesiones, además, implicarán a varios importantes
líderes latinoamericanos y sus entornos políticos y empresariales, en los
países donde operaron las principales empresas brasileñas, especialmente Odebrecht.
La muerte de Zavascki remeció a Brasil, especialmente a los
principales investigadores, fiscales y jueces del caso Lava Jato y provocó
reacciones de dolor y de sospecha.
El célebre juez federal Sérgio Moro dijo que Zavascki fue “un
gran magistrado y un héroe brasileño. Ejemplo para todos los jueces, promotores
y abogados de este país. Sin él no habría habido la Operación Lava Jato”.
Los procuradores de la Fuerza de Tarea de la Operación Lava
Jato en Curitiba lamentaron la muerte trágica de Zavascki y sostuvieron, en una
nota de prensa, que “su actuación en la relatoría de la Operación honró al
[Tribunal] Supremo y fue un loable servicio prestado al país”.
Su colega en el Tribunal Supremo Luís Roberto Barroso,
expresó en otra nota que “el Tribunal pierde
un juez de gran vocación. El país pierde un gran hombre. Todos somos víctimas
de una trampa de la suerte”.
Pero hubo otros que pusieron en duda si la trampa provino de
la suerte, el destino, o no.
El delegado Federal de la Policía Federal, Marcio Adriano
Anselmo, uno de los más importantes investigadores policiales de Lava Jato, en
Curitiba, pidió en su página de Facebook “una investigación a fondo de la caída
del avión. “Este ‘accidente’ debe ser investigado a fondo” escribió Anselmo,
entrecomillando la palabra accidente.
Asimismo, citado por Folha, Anselmo escribió que la muerte de
Zavascki “anuncia el fin de una era”. Al elogiar a Zavascki, Anselmo escribió
que este “lavó el alma del Tribunal Supremo Federal al frente de Lava Jato… él
hizo historia”.
Fuentes cercanas a la Policía Federal brasileña indicaron a
IDL-R que esta ya abrió una investigación policial para determinar las causas
del accidente y que un equipo de policías federales especializados en ese tipo
de investigación se dirige al lugar del accidente.
La muerte de Zavascki, sea por accidente o atentado, tendrá
repercusiones inmediatas sobre el caso Lava Jato y peligros que se
materializarán o se neutralizarán de acuerdo con la evolución de una crisis que
recién comienza.
Por lo pronto, está claro, según un análisis publicado hoy en
Folha es que la muerte de Zavascki “significará el atraso en la homologación de
la delación de 77 ejecutivos de Odebrecht consideradas las más explosivas, por
mencionar políticos como el presidente Michel Temer o el ex-presidente Lula”.
El enigma, se pregunta Folha es si ahora [los partidos
políticos] PMBD, PSDB y el PT consiguen enterrar la investigación, como siempre
planearon […] el riesgo de que Lava Jato sea manipulada o subyugada con la
muerte de Teori no es despreciable”.
Es que existe la fuerte posibilidad de que el sucesor de
Zavascki sea designado por el presidente Temer, quien ha sido denunciado por el
delator Claudio Melo Filho, de haber pedido 10 millones de dólares a Marcelo
Odebrecht en 2014.
El nombramiento por Temer no es la única posibilidad, pues
cabe también que la presidenta del Tribunal, Carmen Lúcia asigne el caso Lava
Jato a otro de los jueces supremos en funciones.
Eso se resolverá, probablemente en medio de grandes
tensiones, en los próximos días. Mientras tanto, la muerte trágica de un juez
sume en crisis existencial al caso Lava Jato, y pone en serio peligro la
investigación anticorrupción más importante en la historia de Brasil y de
América Latina.
Escrito por Reportero
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