miércoles, 20 de julio de 2016

COMUNICORE EN EL BANQUILLO



Luego de 7 años de la serie de informes publicados por el periodista Daniel Yovera, ayer comenzó el juicio oral por malversación y peculado contra varios exfuncionarios de la Municipalidad Metropolitana de Lima por el caso Comunicore, el mayor escándalo de corrupción ocurrido durante las tres gestiones de Luis Castañeda Lossio. El alcalde no está comprendido en el proceso gracias a una resolución del Tribunal Constitucional.
EL CASO EN SENCILLO

Hay que recordar que Yovera reveló ante el público un hecho desconocido: en septiembre de 2005, la Municipalidad Metropolitana de Lima, bajo la gestión de Luis Castañeda Lossio, se había comprometido a pagar una deuda de 35 millones de soles a Relima, la empresa encargada de la limpieza de la ciudad, en el plazo de 10 años.

Poco después que se terminara de formalizar las condiciones del pago, el 20 de diciembre de 2005, la empresa Comunicaciones Corporativas y Representaciones S.A. (Comunicore) compró la deuda a Relima por 14.5 millones de soles. En enero de 2006,la Municipalidad pagó en una sola armada la deuda original de 35 millones de soles a Comunicore. Luego de ello, la empresa desapareció del mapa.

La investigación de Yovera, que continuó en las semanas siguientes, así como indicios proporcionados por otros medios, indicaron otros hechos que apuntaban a que nos encontrábamos ante una operación bastante complicada e irregular: la transformación de Comunicore en otra empresa cuyos directivos eran personas con poca capacidad económica, versiones contradictorias sobre las partidas utilizadas para el pago de la deuda, el retiro sistemático de dinero de la cuenta de Comunicore por ciudadanos de escasos recursos económicos (desconociéndose el destino final del dinero),conversaciones sobre el supuesto rol de Castañeda y contactos de alto nivel de los funcionarios implicados en el caso.

Posteriormente, en 2011, un informe elaborado por una comisión de la MML encabezada por la regidora Marisa Glave aportó tres datos importantes: sobrevaloración de deudas para obtener el dinero suficiente para pagarle a Comunicore, la renovación del contrato con Relima por 10 años y la delegación de funciones por parte de Castañeda a Juan Blest, gerente financiero de la MML en su gestión y uno de sus hombres de confianza en todos los puestos en los que Castañeda ha tenido intervención.

Hace dos años, una investigación conjunta de Óscar Castilla, Carlos Neyra y Yovera apuntó a otra pista: Comunicore se ligaría con el lavado de activos del narcotráfico. Esta arista del caso aún se encuentra en investigación ante el Ministerio Público. Según una fuente bastante enterada del tema, esta investigación está avanzando con bastante lentitud.

El dato más fuerte de dicha investigación fue proporcionado por Odilón Gaspar, gerente brasileño de Relima. En su declaración, confesó que él y Garro organizaron la operación de pago, pero con la información proporcionada por Juan Blest, gerente financiero de la MML y que, como ya hemos mencionado, es una persona de total confianza de Castañeda. El dato clave era que la Municipalidad estaba dispuesta a pagar todo en una sola armada. “Entonces vimos la oportunidad de un negocio personal”, indicó Gaspar Amado.

Curiosamente, la gente de Solidaridad Nacional intentó, en 2010, hacer aparecer la declaración de Gaspar Amado como una suerte de exculpación de Castañeda. Omitían, claro está, el hecho que la información proporcionada por Blest era la clave para la formación de la empresa. Y también que, como ha encontrado DTP, Juan Blest fue militante de Solidaridad Nacional entre 2004 y 2010.

Peor aún, como encontró Yovera hace algunos años, sí hubo pagos a los gerentes de Relima.



(Audiencias por el caso Comunicore se iniciaron esta semana. Foto: Correo)

EL JUICIO ACTUAL

Un día antes que comenzara el juicio oral, Yovera encontró que varios de los testigos del caso Comunicore venían siendo amenazados por policías con supuestos embargos en casos de inconcurrencia a las sesiones del proceso judicial. Todo ello a pesar que las notificaciones, según el abogado de los testigos - personas de pocos recursos económicos -, fueron hechas con corrección. El periodista indicó que no es la primera vez que los testigos son amenazados por presuntos policías. Lo mismo ocurrió en 2010.

Según indica hoy Exitosa, los testigos del caso indicaron en la audiencia de ayer que recién se enteraron que estaban en la directiva de Comunicore por los medios:

Durante el reinicio del caso conocido como ‘Co­municore’, el referido tri­bunal escuchó la manifes­tación de Esteban Arostegui, quien relató que un extraba­jador de la empresa en cues­tión, y a quien identificó como Henry Vila Vila, fue quien, mediante engaños, la llevó a la notaría para firmar unos documentos.

La testigo también ase­guró que esta persona la lle­vaba a una oficina ubica­da en la avenida Paseo de la República, donde que­daban las instalacio­nes de la cuestio­nada firma, para entregarle dine­ro, exactamen­te 50 soles.

“Cuando me enteré (de que fi­guraba como directiva de Comunicore) le dije al señor Vila que por qué me hizo esto, porque yo no sa­bía nada”, alegó.

Y otro testigo complicó la situación de los implicados en el caso. Indica Correo:

El testigo Manuel Fashin, exjefe de Operaciones, reconoció que la MML no ejecutó el cobro de S/6 millones 660 mil que la empresa Relima debía por multas impagas, que fueron impuestas por mal servicio.

El tema surgió cuando el magistrado Óscar Sumar Calmet, integrante de la Sexta Sala Penal de Reos Libre, interrogó a Fashin sobre cómo había elaborado el consolidado de la deuda de S/35 millones 941.93, que la alcaldía metropolitana le tenía que pagar a Relima y que luego cobró la empresa Comunicore.

Al respecto, dijo que “se hizo un consolidado por deuda de IGV y obra por basura”. Ello se dio como un informe que se hacía mensualmente, pero en dicho caso, señaló, “el pedido fue del señor Miguel Garro (exgerente de Relima) de manera especial”.

Asimismo, cuando el juez le preguntó por qué no se descontó de dicho monto general la deuda de Relima por las multas, el testigo dijo desconocerlo.

“¿El señor Garro no le dijo que descontaran? ¿Usted no le comunicó al señor Garro de esa deuda? ¿No había carta-fianza?”, cuestionó el juez Sumar.

Fashin solo respondió: “Sí había carta-fianza, pero no se ejecutó. Ese es un tema de la Municipalidad de Lima si se ejecuta o no”.


Cabe alertar que el juicio oral en el caso Comunicore se inició luego de 5 años de investigaciones. Es indispensable que el proceso se desarrolle con normalidad, para evitar que prescriba y, sobre todo, para que se alcance justicia en torno a un hecho en el que, claramente, se perjudicó a los vecinos de Lima.

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