En esta ocasión, y por primera
vez desde que se comenzó a debatir el fin de bloqueo en la ONU en 1992, Estados
Unidos e Israel abstuvieron su voto.
Momentos antes de la votación, la
representante permanente norteamericana ante la ONU, Samantha Power, adelantó
la postura de Washington.
Power admitió el fracaso de la
política de su país contra Cuba y destacó que después de más de 50 años de
seguir esa ruta, han optado por empezar un camino de diálogo. Además, resaltó
las medidas adoptadas por la administración estadounidense para eliminar
algunas restricciones comprendidas en el bloqueo.
Ante la decisión de Estados
Unidos, el canciller de cuba, Bruno Rodríguez consideró que el voto
estadounidense constituye “un paso positivo”, aunque planteó que lo realmente
importante es el desmontaje del bloqueo a pesar de la abstención.
“Es necesario por tanto juzgar
por los hechos y estos demuestran la vigencia del bloqueo y su impacto en la
población cubana. Lo importante y concreto es su desmontaje”, aseveró.
El canciller Rodríguez advirtió
que las medidas ejecutivas y las leyes del bloqueo permanecen y son aplicadas
con rigor hasta este momento por las agencias norteamericanas. “El congreso de
EE.UU no ha aprobado las enmiendas para que cese el bloqueo, no obstante se han
presentado 50 iniciativas que intentan reforzar dicho bloqueo”.
La comunidad internacional
solicitó a la ONU el levantamiento del cerco aplicado por Estados Unidos a la
isla durante más de medio siglo. Antes de la votación en sesión plenaria,
diplomáticos de varios países, a nombre de sus estados, y de organizaciones
multilaterales, abogaron por el cese del bloqueo.
El representante de Venezuela
ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Rafael Ramírez, leyó ante el
pleno de la organización el comunicado del Movimiento de Países No Alineados,
cuya presidencia pro témpore es ejercida por Caracas.
Ramírez indicó que el actual
bloqueo es violatorio a la carta de las Naciones Unidas y al derecho
internacional, y viola el derecho de Cuba a interactuar con la comunidad
internacional.
Asimismo, el embajador de
República Dominicana en la Asamblea de Naciones Unidas, Francisco Cortorreal,
hizo la exigencia a nombre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños (Celac).
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