Los
fastos de la Historia Universal nos traen nuevamente el recuerdo de la Batalla
de Arica liberada el 07 de junio de 1880 en la que 900 peruanos, honrando a su
patria le ofrendaron su vida, muriendo también su comandante en Jefe Coronel
Francisco Bolognesi, quien respondiendo al emisario Monsalvo para que antes de
la batalla se rinda el ejército peruano, que se las honraría como héroes y se
lo aplaudiría al momento de abandonar el campo de batalla. Respondió Bolognesi
“Tengo deberes sagrados que cumplir y que los cumpliré y los cumpliré hasta
quemar el último cartucho”, dejando frio al emisario chileno, a quien le
explica: “espere que esta es mi decisión personal, pero voy a consultar a mi
Estado Mayor”. Ingresa el interior de la amplia casa que pasaría a denominarse
“Casa de la Respuesta” porque Bolognesi le informo al chileno Monsalvo “¡Mi
Estado mayor dice lo mismo¡” Quien visite Arica se dará con esta Casa al inicio
del ascenso al Morro de Arica.
El general Velasco Alvarado quiso
rescatar esta joya histórica y rescatar el puerto de Arica y rescatar a
continuación el Departamento de Tarapacá, con cuyo objetivo montó el ejército
más poderoso de Latinoamérica y construyo el túnel secreto de Tarapacá a Arica
para que pasen los tanques peruanos a rescatar Arica, Lamentablemente el
patriota Velasco cometió el error gravísimo de poner el ejército reinvindicador
en manos del infame FRANCISCO MORALES BERMUDEZ CERRUTI, enemigo acérrimo del
pueblo peruano. Recibió la Insignia en Palacio de Gobierno, aceptando bajo
juramento que ejercería la recuperación de Arica y Tarapacá. De Palacio de
Gobierno fue conducido al grupo aéreo Nro. 8 y asciende a un avión “Sucoy” que
con velocidad infinita lo lleva a Tacna, arribando a dicha Ciudad en pocos
minutos, su primera palabra a los mandos militares es “¡hambre!” Lo conducen al
Restaurente “Las Vilcas” donde se empanza de los mejores potajes. Eran ya las 5
de la tarde del 29 de agosto de 1985. Comió como un descocido sin que en ningún
momento hablara sobre la operación “rescate de Arica y Tarapacá”.
A las 5 de la tarde se hizo presente
en el cuartel del ejército de Tacna, lleno de oficiales que ardían de
patriotismo por la operación rescate. No precisó nada del operativo “rescate”,
sino que llamaba a sus compinches de Arequipa de Moquegua, sabiendo que no estaban y so
pretexto de esperarlos, suspendería la asamblea procediendo a formarse grupos a
los que se integraba Morales Bermúdez con botellones de Pisco verde (que
embriaga estúpidamente por contener todos los venenos de la fermentación,
hablándoles que los “soldados no están únicamente hechos para la guerra sino
también para la paz, donde el soldado disfrute de su casita, bien amoblada,
concina eléctrica y su auto en la puerta…. Cuánto más botellones bebían de
pisco verde, más insistía en el tema de las casitas para formalmente decir que
el ingreso a Chile para rescatar Arica y Tarapacá era “una locura de cojo”. A
las 11 de la noche se da inicio la plenaria de todos los oficiales para decidir
“como se va actuar en el rescate de Arica y Tarapacá. Una vez más Morales
Bermúdez apeló a preguntar si se encontraba otro fulano y como no estaba, se
suspende nuevamente la sesión y volvía a beberse Pisco verde envenenado.
A las 2 de la madrugada del ya 30 de
agosto se reinicia la sesión en medio de gritos y desorden total por el estado
de embriaguez con Pisco verde venenoso.
En medio de ese desorden
alcoholizado habla Morales Bermúdez balleciente para proponer derrocar al cojo
Velasco Alvarado, cancelar la operación rescate, y que se designe a MORALES
BERMUDEZ nuevo Presidente. A las 3 de la madrugada y cuando nadie entendía el
uno al otro, MORALES manda a que los tanques de guerra, ya prendidos y que
estaban listos a ingresar a territorio chileno en su túnel secreto, den marcha
atrás y vuelvan a sus bases, alguien de los bebidos, le toma juramento al
borrachísimo MORALES BERMUDEZ como Presidente del Perú, acabándose así la
operación rescate y dejando a Velasco Alvarado en la calle. Aún vive el traidor
a la Patria, pero en calidad de preso por delito de lesa humanidad en agravio
de 13 peruanos que los envió a Argentina para que sean lanzados al mar desde
los aviones en vuelo. Una de las víctimas es quien escribe esta nota.
ESCRIBE EL
DR. GENARO LEDESMA IZQUIETA
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