Llorar sobre la leche derramada no
vale, con PPK se puede esperar cualquier cosa, primero hizo la finta de apoyar
a los contras de la Revolución Bolivariana de Venezuela (RBV) para ganar el
apoyo de los fujiapristas y no le funcionó. La RBV en la última Asamblea de
Cancilleres de la ONU se apuntó un triunfo diplomático al derrotar al imperio y
sus felipillos encabezados por la delegación peruana.
Luego del sinnúmero de burlas que
recibió PPK en su última gira a Europa donde pretendía cosechar su faena contra
la RBV, regresó al Perú con el rabo entre las piernas y con su ministro de
Economía en salmuera para enfrentarse al Congreso de sus "aliados".
Sin Thorne ni Basombrio próximamente,
PPK vuelve a ensayar una "verónica taurina", "es hora de
indultar a Fujimori" espetó muy suelto de huesos, las reacciones no se
hicieron esperar, pero vayamos a lo medular.
PPK como buen judío no da puntada en
falso, ni regala nada gratuitamente, así como Kenyi y Keiko que no dudaron en
que su padre asesine a su madre por el poder, Keiko más ducha y latina que
nunca le respondió dulcemente a través de un Twitter "que para ella el
indulto no se mezclaba con la política" o sea en cristiano, te "voy a
seguir jodiendo y echando a todo ministro corrupto e incapaz".
Bueno, luego de ello anoche he
dormido tranquilo, PPK ya puso en la picota a su Premier nombrándolo como nuevo
Ministro de Economía para intentar obligar al fujiaprismo a censurar al primer
gabinete ministerial.
Son cosas de la vida. Ya no le
reclamen a PPK el voto endosado, sigan con la mecha prendida porque la van a
necesitar.
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