"El Gobierno de Panamá sacó el bono
solidario para ayudar a los más vulnerables, pero algunos afirman no haberlo
recibido", comenta Maribel Coco, defensora del pueblo de Panamá, en
Entrevista, de RT. ¿Por qué la población alejada de la ciudad de Panamá sigue
teniendo problemas de agua potable? ¿Qué pasa con los intereses y la deuda tras
el anuncio del Gobierno de una moratoria bancaria? ¿Por qué ha aumentado el
maltrato a mujeres con covid-19?
En Panamá, la doctora Maribel Coco
asumió temporalmente la Defensoría del Pueblo hace ocho meses, pero la crisis
del covid-19 ha hecho que se mantenga en el cargo en uno de los países más
desiguales del mundo. Según el Banco Mundial, más del 50 % de la riqueza se
concentra en el 20 % de la población.
"NOSOTROS
TENEMOS UNA DESIGUALDAD FRANCA, UNA DESIGUALDAD QUE REFLEJA QUE CINCO O SEIS
FAMILIAS SON DUEÑAS DE PANAMÁ Y CON EL COVID HEMOS TENIDO MUCHOS
PROBLEMAS", sostiene
Coco, que cree que el hecho de ser "un país caribeño, un país que no está
acostumbrado a la situación de estar encerrados", ha dificultado mucho el
control de la pandemia.
"No ha sido fácil, porque todavía
hay una población que se resiste a lo que se está dando. Por su propia
idiosincrasia de ser un país caribeño, supone una dificultad", reflexiona
la Defensora del Pueblo.
La entrevistada ha explicado la
situación del Centro Penal Transitorio de Punta Coco, donde "la situación
carcelaria ha sido una situación muy dura en covid". Para acceder al penal
hay que trasladarse por vía aérea o marítima, pues se encuentra en una isla.
Los nueve presos que se encuentran allí tienen problemas de presión alta, además
los hay con diabetes, problemas de riñón y otros problemas de salud graves:
"Ellos no tienen derecho a la salud, porque como es un lugar muy alejado
del centro de Panamá, no tienen un médico".
Además, en Punta Coco hay "un
problema de agua potable, de comida y de derechos humanos", apunta. La
postura de la Defensoría del Pueblo es la de reubicar a estos reclusos, pero se
han encontrado con resistencia por parte del Ministerio de Justicia, que
sostiene que son presos de alta peligrosidad y que deben estar alejados.
Otro de los asuntos que han ocupado la
labor de la Defensoría ha sido atender las necesidades de las comunidades más
alejadas y vulnerables. Para ello se decretó al comienzo de la pandemia la
prohibición de cortes de luz y de agua. A su negociado llegaron casos puntuales
que se han podido solucionar: "En Panamá hasta ahora las denuncias las
hemos podido solventar", afirma Coco.
PANAMÁ NO ESTABA PREPARADA PARA ACOGER A
MÁS DE 1.666 INMIGRANTES COLOMBIANOS, ALGUNOS CON POSITIVO EN COVID-19
Pero uno de los puntos más calientes en
los últimos meses ha sido el de la inmigración. En el país hay cuatro puntos de
migración, tres están en la frontera con Colombia y uno en la frontera con
Costa Rica. Uno de los primeros, que era de transición para unas 200 personas,
acoge en la actualidad a más de 2.000 en unas condiciones muy deficientes, con
carencias en colchones, comida e incluso agua potable.
"Panamá no estaba preparada para
acoger a más de 1.666 inmigrantes colombianos, algunos con positivo en covid-19",
afirma la Defensora: "No estábamos preparados para hacer frente a cómo
dormían, cómo iban a hacer la alimentación, cómo se les iba a dar agua potable,
y las atenciones a los posibles casos positivos de coronavirus". En esa
"difícil situación", establecieron en primer lugar los positivos en
covid-19 que había y habilitaron un lugar para mantenerlos aislados junto a las
personas con las que habían tenido contacto.
Tras los primeros meses de tensión,
"ahora se ha calmado bastante la situación con los inmigrantes en Panamá:
muchos están en tránsito", afirma.
Para conocer en toda su extensión el
testimonio y el análisis de la Defensora del Pueblo panameño sobre distintos
aspectos de la pandemia de coronavirus y la realidad de este país, les
emplazamos a que vean completa la entrevista que les ofrecemos.
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