SOUTHERN COPPER: CUANDO LOS MALOS
ANTECEDENTES NO IMPORTAN
Cuando una persona natural quiere
postular a un puesto laboral, un requisito indispensable es acreditar que
cuenta con antecedentes de ninguna naturaleza. Y a todo el mundo le parece
normal porque nadie quiere contratar a una persona que tenga una mala trayectoria
y que genere riesgos en la actividad del cargo.
Ayer, siguiendo el proceso de
adjudicación de Michiquillay, uno de los proyectos de inversión más importantes
para nuestro país, me surgía la interrogante de por qué a las personas
jurídicas o empresas, no se les exige este mismo requisito mínimo. Y es que en
la lista de concursantes, se encontraban varias impresentables con muchos
antecedentes ambientales y sociales, y hasta con deudas con el Estado. Lo más sobrecogedor vino luego, cuando se
anunció que la ganadora era nada menos que Southern Perú, una de las empresas
más cuestionadas que existe no solo en el país, sino a nivel mundial. Veamos un
poco de sus antecedentes, o debo decir ¿prontuario?
Southern Copper Corporation Peru,
SPCC por sus siglas, es creadaen 1952.
En 1999 el Grupo México adquirió la empresa Asarco,propietaria del 54.2%
de las acciones, con lo cual la firma mexicana tomó control de las operaciones
mineras de SPCC en Perú. A pesar de los nuevos propietarios, la empresa no
cambió el nombre por estrategia. A inicios del segundo trimestre de 2005, SPCC
se fusionó con Minera México y subsidiarias. Así SPCC lleva más de 60
añosoperando en el Perú.
La empresa Southern Perú Copper
Corporation siempre ha actuado en el sur del país. Tiene las operaciones de
Toquepala y Cuajone –ambas de tajo abierto–, donde se extrae cobre, plata,
molibdeno y oro, y un complejo metalúrgico en Ilo. Además, participa en tres
exploraciones mineras, entre ellas Tía María.
Un inacabable pasivo ambiental
Cuando Southern empezó sus
operaciones en los años cincuenta, contaminó severamente la costa producto de
sus procesos de fundición y la creación de relaves. Al menos el Valle de Ilo
quedó contaminado producto de sus emisiones toxicas realizadas[1].
Según fuentes de la propia
empresa, desde 1960 hasta 1996 vertieron 785 millones de toneladas de relaves
mineros en la bahía tacneña de Ite. 36 años
de contaminación que no han podido revertir.
En 1996 inicia las operaciones
del proyecto “Los Chancas”, en el distrito de Tapairihua, provincia de
Aymaraes, Apurímac. Dicho proyecto genera una serie de impactos en el anexo de
Quichque y las comunidades vecinas. Construyeron carreteras de acceso
destruyendo tierras de cultivo y debilitando suelos lo cual provocó, durante
las lluvias, derrumbes y deslizamientos que terminaron sepultaron al colegio
primario, la capilla y viviendas de pobladores del anexo Quichque. A estos impactos se suma el
provocado por la instalación de motobombas en los puquiales para llevar agua a
las maquinarias de perforación, contaminando el agua que riega los pastos
naturales. Aunque la empresa ofreció
reparación de los daños, nunca cumplió; en el 2001, el alcalde de Tapairihua,
solicitó ante el Juzgado Mixto de Abancay una medida cautelar que disponga la
suspensión de los trabajos de exploración, cautelar que a pesar de ser
concedida no ha podido ser ejecutada por diversas razones. La población sigue
denunciando afectación hasta el momento.
En el 2011 empiezan a anunciar la
ejecución del proyecto Tía María en la provincia de Islay- Arequipa. El proyecto pretende procesar óxidos de
cobre. Unops (organismo de Naciones Unidas) al revisar el EIA del proyecto hizo
138 observaciones, que indicaban entre otras cosas, que no se contaba con un
estudio hidrogeológico (de agua y suelo), a pesar de lo cual pretendían operar.
El año 2013, el departamento de
Ambiente y Ecología de la Municipalidad Provincial de Ilo detectó un sobre
índice de contaminación por dióxido de azufre (SO) en la fundición de Ilo. El
nivel de SO llegó hasta 190 ug/m (microgramos por metro cúbico) en la zona
donde se ubica la fundición de Southern (el límite máximo permisible es 80
ug/m3). En su defensa SPCC no se acogió a la norma del 2008, que fijaba como
límite máximo 80 ug/m3, dado a que dicha norma no se había reglamentado.
En el año 2014, el OEFA
(Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental) sancionó a la empresa SPCC
con 204 UIT por 16 hechos imputados, relacionados con el mal manejo de residuos
sólidos, residuos peligrosos, elevado número de partículas gaseosas emitidas,
entre otros[2].
En enero de 2015, la Fiscalía
Especializada en Prevención del Delito y Medio Ambiente solicitó una pena de
dos años y seis meses para Óscar González Rocha, presidente de Southern Perú, y
el pago de una reparación civil por un millón de dólares a dicha empresa, por
el presunto delito de contaminación ambiental, al haber emitido emisiones que
superaban los límites máximos permisibles en la emisión de partículas de
arsénico y al verter agua contaminada al mar.
En enero de este año, pobladores
de Moquegua se movilizaron, denunciando que esta empresa sigue contaminando con
sus operaciones el río Torata -en el cual realiza descargas de agua, señalando
que se han detectado altas concentraciones de metales tóxicos, por lo que
pidieron investigación del hecho.
En este recuento solo mencionamos
los antecedentes de la Shouthern Perú, sin embargo no debemos dejar por fuera
los gravísimos antecedentes de esta corporación en otras partes del mundo. Es importante conocer que el Grupo México,
principal propietaria de la Southern, tiene antecedentes gravísimos de
contaminación como la explosión en la mina de carbón en Pasta de Conchos,
Coahuila en México, que dejó sepultados a 65 mineros, hecho ocurrido en el
2006. O el derrame de 40,000 metros
cúbicos de sulfato de cobre acidulado, provenientes de la mina Buenavista, en
el 2014, considerado como el hecho más grave de contaminación en la historia de
México. Además el Grupo México ha pagado en 2015 una multa por
23 millones 565,938 pesos mexicanos, como consecuencia de más de 50 irregularidades en contra del marco
normativo ambiental.
Un pasivo social que no es solo
Tía María
Tal vez el conflicto más conocido
en el que se vio envuelta esta empresa es el del proyecto Tía María- Arequipa,
el cual ha dejado hasta la fecha un grave saldo: cinco muertos y varias decenas
de heridos; sin embargo los antecedentes de conflictividad de esta empresa se
pueden encontrar en varios lugares, donde se denuncian similares patrones de
comportamiento que evidencian una mala práctica de relacionamiento con las
comunidades locales, lo que ha llevado a una profunda desconfianza en la misma.
Denuncias por adquisición de
tierras de manera abusiva, ofreciendo precios arbitrariosbajo amenaza de
acogerse a la Ley de servidumbre minera; incumplimiento de ofrecimientos
relacionados con Responsabilidad Social; empleo deficiente de los lugareños, que denuncian que los han hecho
trabajar jornadas completas sin pagarles el salario correspondiente, y el mal
trato de los funcionarios de dicha corporación respecto a las poblaciones, a
las cuales como en el caso de Tía María, llegaron a acusar de “terroristas antimineros”,
son parte del pasivo social de Southern en el Perú.
Ni sus propios funcionarios han
podido negar este hecho y han terminado aceptándolo como una suerte de
“desaciertos”. Carlos Aranda, gerente técnico de Southern, textualmente asiente
diciendo, “cuando hicimos el trabajo la primera vez no hicimos las cosas bien.
Seamos honestos: la población nos veía como muy soberbios”.
Por estos temas, algunos de sus
proyectos han quedado suspendidos y es posible que no puedan retomarse. Yamila Osorio, Gobernadora Regional de
Arequipa manifiesta de manera decidida, que “la desconfianza por la
contaminación histórica y el mal manejo con la población” es lo que evita que
esta empresa sea aceptada.
MIchiquillay no es un paseo entre
las rosas
Con todos estos antecedentes,
esta empresa es la ganadora de la licitación para la ejecución del proyecto
Michiquillay ¿No debiera preocupar esto? ¿Los antecedentes de un actor que va a
intervenir no solo en un tema estratégico sino en una zona compleja del país no
debieran contar para el Estado?
Los componentes que se empiezan a
conjugar en este caso son severamente peligrosos: proyecto con problemas de
licencia social y con una comunidad dividida y polarizada; una empresa con los
peores antecedentes de desempeño; y un Estado minusválido para prevenir y
abordar conflictos.
Cajamarca no es un centro de
conflictos porque la gente sea violenta, Cajamarca se ha convertido en un campo
de batalla porque además de otros factores, tenemos la mala fortuna de que el
Estado le abre las puertas a las empresas más cuestionables no solo del país
sino del mundo, ignorando sus pésimos antecedentes. Ya teníamos suficiente con Yanacocha,
Tantahuatay, oThaoe Resources. Y ahora tendremos que cargar con Southern Perú.
REFERENCIAS:
http://noalamina.org/latinoamerica/peru/item/5111-la-historia-de-minera-southern-copper-corp-y-tres-comunidades-afectadas
http://mercadosyregiones.com/2016/01/southern-peru-breve-resena-de-62-anos/
[1]Para Darío Oviedo, director de
Servicios Ambientales de Southern, “es innegable que las chimeneas emanaban un
humo negro que afectó el valle de Ilo”
[2]Resolución Directora/ N' 008
-2014-0EFA/DFSA/. Exp. No.081-2009-MA/R1
Tags:
Southern Copper
Proyecto Tía María
contaminación ambiental
Por Mirtha Vásquez
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