Según
declaraciones de la presidenta de la organización no gubernamental Derecho,
Ambiente y Recursos Naturales (DAR), Vanessa Cueto, son más de 2.500 kilómetros
de ríos en la Amazonía de Perú los que estarían en peligro ambiental con el
proyecto fluvial Hidrovía Amazónica, impulsado por el Ministerio de Transporte
y Comunicaciones de ese país.
“El proyecto
Hidrovía Amazónica comprende la habilitación de 2.500 kilómetros de ríos en la
selva para hacerlos navegables, y su ejecución preocupa porque es el primero de
su tipo que se realiza en Perú, el primero en el que se va a realizar un
dragado de los ríos sin tener claro el impacto ambiental que podría ocasionar
esto”, denunció la abogada Cueto.
El proyecto
forma parte de la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana
(IIRSA) y la concesión se selló en un contrato en 2017, entre el Estado peruano
con las empresas Construcción y Administración S.A. (peruana) y Synohidro
(china).
Con la Hidrovía
Amazónica se habilita a los ríos Huallaga, Marañón, Amazonas y Ucayali,
ubicados en el departamento de Loreto (norte), para que sea posible que
embarcaciones de gran tamaño naveguen a través de sus cauces, en una zona
complicada para la construcción de rutas.
Dentro de los
impactos más preocupantes incluye la realización 13 “malos pasos”, dijo la
presidenta del DAR. Se denomina “malos pasos” a las zonas de los ríos en los
que se va a realizar el dragado de los fondos fluviales, es decir remover
tierra de los fondos para lograr que a las naves con transporte de mercancías o
personas les sea posible transitar sin riesgo de que encallen.
“Preocupa mucho
que el primer proyecto de una hidrovía se dé sin que exista un marco normativo
que dé seguridad a los ciudadanos de que no se van a afectar sus derechos. No
existen normas específicas para la protección ambiental en caso de hidrovías,
todo el marco es para carreteras. Quedan pendientes reglamentos para el tema de
la fiscalización ambiental, entre otras cosas”, explicó la letrada.
Cueto apunta que
debido a lo inédito del proyecto, pueden ocurrir dos cosas: que no se pueda
prever el impacto en los ríos y las especies que habitan en él; y que, sin un
marco normativo, la Hidrovía Amazónica pueda sentar precedentes legales
negativos para futuros proyectos de la misma naturaleza.
Por otro lado la
presidenta de la organización no gubernamental, agrega que sin aún tener claro
la cantidad de dragado que se va a necesitar hacer, el panorama merece por lo
menos una vigilancia estricta.
Sin embargo,
Cueto explicó que como el proyecto aún no entra en etapa de ejecución, ni DAR,
ni las organizaciones indígenas de la Amazonía han presentado nada en la
Justicia para frenar posibles efectos negativos.EcoPortal
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