El incremento de los asesinatos, de acuerdo a Global Witness, se debe a la impunidad y la falta de procesamiento judicial, que permite a los perpetradores caminar libremente
Afirmó organización Global Witness.
Sostienen que incremento de asesinatos es por impunidad y falta de
procesamiento judicial que permite a perpetradores caminar libremente.
Servindi, 15 de agosto, 2017.- Según
el reporte de Global Witness, durante el 2016 fueron asesinados 200 defensores
de la tierra y el medio ambiente, 10 por ciento más que en el 2015, siendo la
minería y petróleo las actividades vinculadas a más asesinatos.
El informe Defender la tierra:
asesinatos de defensores/as de la tierra y el medio ambiente en 2016, detalla
que el sector minería y petróleo registró 33 asesinatos, la explotación
forestal 23, la agroindustria 23, la caza ilegal 18, agua y represas 7, y otros
4 asesinatos.
El incremento de los asesinatos, de
acuerdo a Global Witness, se debe a la impunidad y la falta de procesamiento
judicial, que permite a los perpetradores caminar libremente, alentando a
potenciales asesinos.
La organización descubrió que durante
el 2016, las fuerzas gubernamentales fueron responsables del asesinato de, al
menos, 43 personas. De ellos, 33 fueron perpetrados por la policía y 10 por el
ejército, y los actores privados como guardias de seguridad y sicarios, fueron
responsables de 52 muertes.
“Las luchas entre los gobiernos, las
empresas y las comunidades locales por el uso de la tierra y los recursos
naturales son la base de la mayoría de los asesinatos documentados por Global
Witness”, sostiene el informe.
Asimismo, la organización sostiene
que, cuando los defensores de la tierra y el medio ambiente chocan con
intereses políticos, empresariales y criminales, son marginados y catalogados
como “anti-desarrollo”, por lo que se enfrentan a amenazas de muerte,
intimidación y acoso.
Cifras por países
Entre los países donde la situación
de los defensores ha empeorado se encuentran Colombia, India y la República
Democrática del Congo. En Colombia, por ejemplo, fueron asesinados 37
defensores, el peor años registrado, donde los paramilitares fueron los
presuntos autores de 22 asesinatos.
La lideresa Wayúu y activista por los
derechos de las mujeres y pueblos indígenas, Jakeline Romero, se enfrentó a
amenazas e intimidaciones luego de haber denunciado los abusos cometidos por
los paramilitares y poderosas corporaciones en La Guajira.
“No se meta en lo que no le incumbe,
evite problemas, sus hijas están muy lindas y piense en ellas, gran malparida
perjudicial evite problema porque hasta su madre se la desaparezco para que
siga de sapa”, fue el mensaje que recibió Jakeline, en diciembre de 2016.
Por su parte, en la India fueron
asesinados 16 defensores en el último año, 10 de los cuales fueron
responsabilidad de la policía, donde la tala y la minería fueron las
principales industrias relacionadas con las muertes.
Asimismo, la República Democrática
del Congo fueron asesinados 10 defensores, el más alto en África, de los cuales
9 fueron guardaparques, quienes además sufren la amenaza por parte del
gobierno.
Nicaragua, se convirtió en el país
más peligroso del mundo per cápita, donde murieron once defensores, en su
mayoría indígenas, en conflictos relacionados con la tierra entre las
comunidades y los colonos.
Entre tanto, en Honduras fueron
asesinados 14 defensores, convirtiéndolo en el país per cápita más peligroso de
la última década, con 127 asesinatos desde 2007, con una estrecha relación a
las represas hidroeléctricas y los agronegocios.
El mayor número de asesinatos de
defensores de Asia se dio en Filipinas, donde 28 personas fueron asesinadas por
actividades relacionadas a las extracciones mineras y de carbón. La mitad de
las víctimas fueron indígenas.
Asimismo, en Brasil, durante el
último año fueron asesinados 49 defensores, de los cuales la industria maderera
estuvo vinculada a 16 asesinatos, mientras que en el Amazonas, los
terratenientes estuvieron vinculados con muchas muertes.
El fenómeno de la criminalización
“Además de las amenazas y los
ataques, las personas defensoras de la tierra y el medioambiente están
enfrentando cada vez más casos penales y civiles falsos y agresivos, por parte
de gobiernos y actores empresariales, en un esfuerzo por silenciarlas”,
sostiene Global Witness.
En este sentido, la organización
detalla que la criminalización es utilizada para intimidar a los defensores,
manchar su reputación y acorralarlas en costosas batallas legales donde, una
vez acusadas, son estigmatizadas públicamente y tratadas como delincuentes por
el gobierno y los medios de comunicación.
Por ejemplo, en Estados Unidos, si
bien no se registró ninguna muerte de algún defensor durante el 2016, hubo un
aumento de la criminalización, debilitamiento de la legislación sobre
protección ambiental y el endurecimiento de la protesta, a nivel estatal y
federal.
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