El respeto a los derechos de sus
pueblos y comunidades, mayores presupuestos, armonización legislativa,
protección y defensa de la Madre Tierra, la inclusión en espacios de tomas de
decisión, son los acuerdos a que llegaron parlamentarios y parlamentarias de
América, en la XVI Asamblea del Parlamento Indígena de América (PIA), que
concluyó el 19 de agosto, en la Antigua Guatemala.
Legisladores de nueve países
analizaron, durante dos días, el futuro de las sociedades originarias de Abya
Yala, que viven de manera cotidiana discriminación, racismo, exclusión, despojo
de sus territorios, depredación del medio ambiente y el riesgo permanente ante
la implacable explotación de los recursos naturales, minerales, hídricos y
energéticos.
A veinte años de la firma de los
acuerdos de paz en Guatemala, los liderazgos señalaron, que en otras latitudes
como México, la paz y la conciliación está negada para los pueblos indígenas.
Ante ello, el PIA se comprometió a
promover enmiendas legislativas, generar políticas públicas y presupuestales
para sus pueblos y comunidades. Lo anterior aunado a generar condiciones para
la reconstrucción del tejido social.
En el marco del Día Internacional de
los Pueblos Indígenas y de los 20 años de la firma de paz entre el movimiento
armado y el gobierno guatemalteco, la XVI Asamblea del Parlamento Indígena de
América resaltó que “no habrá paz, hasta que se reconozcan y respeten los
derechos de nuestros pueblos indígenas”.
En el encuentro, coincidieron que en
la actualidad persiste la ausencia del reconocimiento de los pueblos indígenas
como sujetos de derecho público; el incumplimiento de los Acuerdos de San
Andrés Larrainzar, además de la armonización legislativa con instrumentos o
pactos internacionales.
Entre los asistentes estuvo el
diputado federal mexicano Guillermo Rafael Santiago, en representación de la
Comisión de Asuntos Indígenas del Congreso de La Unión, y la diputada local
presidenta de la Comisión de Pueblos y Comunidades Indígenas del Congreso de
Chiapas.
La Asamblea destacó que los pueblos
indígenas, enfrentan el riesgo de piratería de la propiedad intelectual en
bordados y textiles, el reto de incidir en la Agenda 2030 de Desarrollo
Sostenible, una Coordinación Interregional entre legisladores, e incorporar a
los Afrodescendientes.
En principio el PIA estableció que, a
partir de este 19 de agosto, cambia su denominación y adopta el nombre de
Parlamento Indígena y Afrodescendiente de América.
Para los asistentes a la asamblea del
PIA, es claro que mientras los países no asuman un compromiso real, una
voluntad política con recursos económicos, será muy difícil alcanzar
indicadores óptimos en el combate a la pobreza.
Por ello, los asambleístas juegan un
papel preponderante para hacer visible a sus pueblos indígenas.
Ausencio Palacio Pineda, presidente
del PIA, expuso que el reto que enfrentan es inmenso para garantizar esto y que
siguen siendo discriminados y despojados de sus territorios con el contubernio
y complicidad de los gobiernos.
El presidente del Parlamento
Indígena, originario de Panamá y quien fue nombrado por Guatemala “Embajador de
la Paz”, estima que los Estados y organismos multilaterales deben mostrar su
compromiso y atender las necesidades de los pueblos indios, que vaya más allá
de simples apoyos asistenciales, que lo único que generan es mayor dependencia.
Al igual que el senador Guaraní Luis
Alberto Cayetano Wagner Lezcano, presidente de la Comisión Asesora Permanente
de Pueblos Indígenas del Senado de la República de Paraguay, y Marcos Fernando
Yax, diputado presidente de la Comisión de Pueblos Indígenas del Congreso de la
República de Guatemala, Ausencio manifestó que, para ello, deben destinarse
financiamiento para el desarrollo de las sociedades originarias y no cercenar
las iniciativas estratégicas de las comunidades en materia alimentaria.
Los parlamentarios recordaron que
para el 2030, la comunidad internacional pretende que no exista el hambre según
lo estipulado en la Agenda de Desarrollo Sostenible.
Pero para ello, apuntaron que es
necesario que los países cumplan con los procesos normativos ya establecidos
como el Convenio 169 de la OIT, los acuerdos de la Conferencia Mundial de
Pueblos Indígenas de 2014, la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos
de los Pueblos Indígenas y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que
incluye un conjunto de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para poner
fin a la pobreza, luchar contra la desigualdad y la injusticia, y hacer frente
al cambio climático.
Y una forma de ese cumplimiento
consideran es la ejecución de esos compromisos que se vean reflejados en
políticas públicas y presupuestales.
La falta de voluntad política,
recalcaron, es lo que impide la concreción de las reformas legislativas y de
políticas públicas.
Definieron buscar fortalecer el
diálogo con los pueblos indígenas y que estos cuenten con una representación en
los parlamentos.
La Asamblea de congresistas, tiene
claro que la sostenibilidad de la Agenda 2030, no debe de amenazar el futuro y desarrollo
de los pueblos indígenas.
La reunión que transcurrió en medio
de amplios debates, resolvieron respaldar la Séptima Carrera Continental
“Jornadas de Paz y Dignidad 2016”. De igual forma declararon el 12 de octubre
Día de la Descolonización Continental.
A propuesta del Diputado Marcos
Fernando Yax Guinea, el PIA aprobó una resolución reconociendo el Juego de la
Pelota Maya como deporte ancestral”.
En su valoración, Ausencio Palacios,
se muestra optimista.
El parlamentario panameño afirma los
avances sustantivos del PIA durante el año nueve meses que lleva al frente del
organismo.
Menciona que antes del concluir 2016,
firmarán un Convenio con la Organización de las Naciones Unidas, un programa
permanente de capacitación e incidencia dentro de esta instancia internacional.
Como parte de este acuerdo con la
ONU, detalla, trabajarán proyectos conjuntos referentes a una política de
consulta de acuerdo a lo establecido en el Convenio 169 de la Organización del
Trabajo (OIT).
Para el legislador los países no
deben ejecutar proyectos de desarrollo que carezcan de la autorización de los
pueblos indígenas.
Enfatizó que los Estados deben
promulgar leyes donde se reconozca las tierras y territorios de los pueblos indígenas
que van ligados al “Buen Vivir”, “Vivir en Paz”.
Junto con el convenio con Naciones
Unidas, abundó, debe ir acompañado del diseño de estrategias por país, donde se
garantice la participación de las autoridades tradicionales y políticas
indígenas en la elaboración de iniciativas legislativas que sean políticas de
Estados, no de períodos de gobierno.
Parte de esta estrategia, Ausencio
Palacios la está instrumentando en Panamá donde firmaron un Plan de Desarrollo
Integral de los Pueblos Originarios y creación un Fideicomiso con un capital
inicial de 200 millones de dólares.
El legislador dice que los
parlamentarios no pueden ir contra los intereses de sus pueblos y comunidades,
deben estar comprometidos con sus regiones de origen, no de los grupos políticos
que los llevaron al parlamento.
La estrategia regional está orientada
al empoderamiento de autoridades tradicionales y parlamentarias indígenas.
Así mismo, empoderar al ahora
Parlamento Indígena y Afordescendiente de América; fortalecer su estatuto
jurídico, impulsar la creación de grupos de trabajo; la armonización
legislativa, la ratificación del Convenio 169 de la OIT, además de las
Declaraciones Americana y de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas; promover la cultura de la Paz y elaborar un Plan Operativo.
Embajador de La Paz
A veinte años de la firma de los
acuerdos de paz, los pueblos indígenas continúan padeciendo la pobreza, el
racismo y la discriminación. Como parte de las actividades del XVI Encuentro
del Parlamento Indígena de América, Guatemala nombró al diputado Asencio como
Embajador de la Paz.
En el acto de Cambio de la Rosa, en
el Patio de la Paz, del Palacio Nacional de la Cultura, se resaltó la
importancia de los Acuerdos de Paz firmados en Guatemala en 1996.
Palacios resaltó la relevancia de la
lucha indígena, la cual “ha sido pacífica” y recordó que, desde esa generación,
“se convirtió en un amigo del mundo”.
En el reconocimiento participó el
expresidente de Guatemala Vinicio Cerezo, quien pidió recordar los valores de
los Acuerdos de Paz en Centroamérica y luchar por cumplirlos, por el desarrollo
y la igualdad.
Durante el acto, los panelistas
dijeron que, en Guatemala, los objetivos de la paz no se han cristalizado, y es
evidente la injusticia social en que se encuentran los pueblos indígenas y
afrodescendientes. El desafío, afirmaron, es la inclusión de los excluidos para
lograr un nuevo país.
Marcos Fernando Yax, indicó que, en
honor a La Paz, se debe traducir los buenos propósitos en hechos concretos en beneficio
de los pueblos indígenas:
“Si se tiene la voluntad política,
esta debe verse reflejada en un presupuesto digno para la creación de políticas
públicas en beneficio de los pueblos indígenas”.
Desde que en 1996 finalizó la guerra
civil que dejó 200.000 personas muertas o desaparecidas, "continuó una
cadena de vicios que han hecho posible mucho sufrimiento", ha declarado la
Premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú Tum.
Los Acuerdos de Paz en Guatemala,
firmados entre la guerrilla y el Ejército en 1996, permitieron poner fin a la
guerra civil pero aún queda pendiente combatir la desigualdad para construir
una nación equitativa, dijeron líderes en el VII Foro Regional Esquipulas, que
hace tres semanas tuvo lugar el pasado mes de julio en España.
“Fracasamos” en la consecución de un
país “más justo y equitativo”, afirmó Marco Vinicio Cerezo, el primer
mandatario de la era democrática en Guatemala, durante su intervención en el
VII Foro Regional Esquipulas, que se celebra en el país para discutir sobre
democracia, integración y desarrollo.
Cerezo, uno de los promotores de los
Acuerdos de Esquipulas, recordó que el espíritu de esos tratados condujeron a
la paz en Centroamérica.
“No podíamos ser una isla de
democracia en una región de conflicto”, pero la construcción de un Estado no ha
terminado de completarse, indicó.
En Guatemala, alrededor del 60 % de
la población vive en una situación de pobreza y el país necesita urgentemente
afrontar el problema de la desigualdad como una prioridad, remarcó el
expresidente, citado por EFE.
Cerezo, alertó que su país puede
acabar con los monopolios que se apropian de los recursos y exigir a las
industrias extractivas que compartan los beneficios.
Para ello, es imprescindible
incorporar a los pueblos indígenas, a las mujeres, y recuperar el papel de los
partidos políticos como representantes ideológicos, lejos de su actual rol como
“partidos de ocasión”, finalizó.
Información obtenida de Genaro Bautista es miembro de la Agencia
Internacional de Prensa Indígena (AIPIN)
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