viernes, 4 de marzo de 2016

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA CAMPAÑA ELECTORAL HAY CONTINUIDAD Y POCOS CAMBIOS




Como en anteriores procesos electorales, los medios de comunicación vienen desempeñando un rol importante en el marco de la campaña. Son la vía principal para que los candidatos y candidatas sean conocidos y/o consoliden sus imágenes ante la opinión pública. También constituyen un importante vehículo para que candidatos y candidatas difundan los planteamientos centrales de sus planes de gobierno. El espacio mediático es, así mismo, la arena principal del análisis y debate de propuestas electorales, en él concurren no sólo candidatos sino también periodistas y especialistas en diversas áreas de la vida económica y política del país.

Los medios tienen otras implicancias políticas que van más allá de las campañas electorales pero que son especialmente relevantes en la coyuntura que vive el país. Son actores clave en la construcción de las agendas públicas y políticas, no sólo en la proyección de los temas que aparecen y cobran vigor en la esfera pública sino también en el ocultamiento o escasa visibilidad de determinadas problemáticas y actores. Los medios contribuyen también a generar determinados encuadres (positivos o negativos) sobre los temas de agenda, los políticos y sus propuestas de gobierno. Y son, finalmente, poderosos agentes de socialización política para amplios sectores sociales. El protagonismo de los medios en la política peruana es mayor en los últimos añosdebidoa la debilidad (o inexistencia) de los partidos políticos.

Pero los medios no son, ni por asomo, imparciales o neutrales. Mucho menos en el marco de campañas electorales. Los grupos empresariales, tanto los propietarios como actores influyentes en el ámbito mediático, canalizan muchas veces de manera burda y otras de forma casi imperceptible para las audiencias, sus apuestas políticas en favor de candidatos que garanticen la continuidad del modelo económico neoliberal y los privilegios de los que gozan los grupos económicos nacionales y extranjeros. Los sesgos editoriales habituales en cualquier parte del mundo han sido desplazados por una acción de tipo propagandístico en favor o en contra de determinadas candidaturas.

Desde inicios de año se ha hecho más notorio el tratamiento periodístico favorable que los grupos mediáticos más importantes del país ponen en práctica en relación con las candidaturas de Keiko Fujimori, Pedro Pablo Kuczynski y Alan García. Se trata de personajes sobre los cuáles se investiga muy poco o nada y, difícilmente, son objeto de cuestionamientos en entrevistas y reportajes en el marco de la campaña electoral.

En diversas regiones las radios y televisoras comunitarias y educativas desempeñan un rol importante de apertura al debate equitativo de propuestas electorales, incorporando a sectores de la sociedad civil muchas veces ausentes en la discusión política. El problema de estas experiencias es que experimentan un escenario cada vez más complejo debido al predominio de los grupos mediáticos capitalinos que captan más del 80% de la inversión publicitaria comercial y del gasto estatal en materia de avisaje y campañas de comunicación.

Todo lo anterior no parece repetirse en cada elección. Sin embargo, en los últimos años se han incrementado las experiencias de periodismo independiente que proponen una manera distinta de informar y analizar -con rigor y haciendo uso de las tecnologías de información y comunicación, sobrela marcha del proceso electoral- los antecedentes y las propuestas de los candidatos y candidatas. A experiencias que se iniciaron hace algunos años como IDL Reporteros, La Mula y Útero, entre otras, se han sumado Ojo Público, Convoca y otros colectivos de periodistas que en alianza con hackersrefrescan y a la vez desafían a los medios y formas tradicionales de hacer periodismo en el marco de campañas electorales.Lamentablemente es mucho mayor la capacidad que tienen los grupos mediáticos para producir y diseminar, de manera sincronizada, contenidos tanto en la televisión, la radio y la prensa como también en el ámbito de Internet y las redes sociales.

Cabe señalar también que el uso de redes sociales como Facebook y Twitter por parte de candidatos y fuerzas políticas se ha intensificado en esta campaña. De hecho, Julio Guzmán lanzó a través de las redes sociales y con mucha anticipación su candidatura presentándose como el outsiderde cara al proceso electoral. Así mismo, Verónika Mendoza y Alfredo Barnechea usan las redes sociales como los vehículos principales para visibilizarse y situar sus propuestas electorales en el espacio público. Pero los límites de Internet tienen que ver con variables vinculadas al uso social de estas herramientas en el terreno político: nivel socioeconómico, edad, área de residencia (urbano – rural) y nivel educativo, principalmente. Además, si bien Internet muestra cierta eficacia en sectores socioeconómicos altos, jóvenes y adultos de zonas urbanas, la mayoría de la población que sigue la campaña lo hace a través de los medios tradicionales: televisión, prensa y radio.


En suma, más continuidades que cambios en el comportamiento de los principales grupos mediáticos del país en el marco de la campaña electoral, en lo que parece ser un tiempo cíclico en el cual es muy difícil imaginar un escenario mediático (incluidas las redes sociales) que favorezca una competencia electoral equitativa y un amplio debate de propuestas entre candidatos y candidatas.

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